La seguridad ofensiva en ciberseguridad es un enfoque proactivo y sistemático para evaluar la seguridad de los sistemas y tecnologías de una organización, simulando ataques reales con el fin de identificar y explotar debilidades y vulnerabilidades en la seguridad. La seguridad ofensiva se realiza con el objetivo de determinar la capacidad de un sistema para resistir ataques y proporcionar información sobre los puntos débiles que deben ser corregidos antes de que los atacantes puedan aprovecharlos.
Es importante destacar que la seguridad ofensiva debe ser llevada a cabo en un entorno controlado y autorizado, y debe estar respaldada por políticas y regulaciones claras para asegurar que los objetivos de la seguridad ofensiva se alcancen sin causar daño o interrupción a los sistemas o datos.
La seguridad ofensiva es una parte importante de la estrategia de ciberseguridad de una organización y puede ser utilizada en conjunto con otras prácticas de seguridad defensiva.